¿Cuántos días más puedes aguantar?
¿Cuánto tiempo más puedes esperar?
Preguntó ella.
Hubo un tiempo que pensé
que podría responder,
pero mi lengua se enreda
a la vez que mis pensamientos se alejan.
Oh, gloria astuta, hallelujah.
El sol está brillando,
las flores crecen de nuevo.
Estoy vivo.
Y me siento bien.
Maldita y astuta gloria...
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